Desde el Centro de Defensa Forestal de Navalcaballo parte una pista forestal conocida en la zona como carril de Morillas o de los Huecos de Bañares y que llega hasta la aldea segureña de Parolís. Tras varios kilómetros de pista llegaremos a la aldea del Prado de Juan Ruiz, donde a escasos metros observaremos el panel de inicio de este exigente sendero de continuo ascenso que circula inmerso entre pinos y encinas y que va ganando altura sobre bancales de cultivo; a nuestra derecha contemplaremos la pared del Cerro de Los Frailes.
Llegaremos a un primer collado en el que tomaremos un respiro y a continuación a una nava que sirve de divisoria entre el valle del río Tus por un lado y el de los Huecos de Bañares por otro.
Seguiremos ascendiendo suavemente hasta introducimos en un pinar repoblado a través del cual deberemos seguir siempre las marcas de continuidad hasta salir a un tramo entre rocas. Aquí deberemos buscar la única fuente que hay en el recorrido, aunque de agua fresca y cristalina. Otro fuerte tirón y contemplando unas maravillosas panorámicas, coronaremos junto a la sima que nombra a este calar conocido como el
Calar de la Sima.
Ahora ya sólo nos quedará buscar la cumbre atravesando este amplio calar repleto de píornos y rico en endemismos. Una magnífica vista se ofrece a nuestros ojos: al oeste Los Voladores y El Espino, al este el río Segura, al norte el Calar del Mundo y al sur el Calar de la Misa. Pese al largo camino que nos quedará por desandar tendremos la satisfacción de haber completado una de las rutas con mejores vistas de la Sierra de Segura.